Como estamos en modo futbol, la cifra es equivalente a llenar cuatro estadios Pascual Guerrero. Imagíneselos entonces repletos de niños y adolescentes. Infantes entre los 6 y 10 años o adolescentes hasta los 16 años, entregados por sus padres a sacerdotes que los tratarían bien. Que los respetarían y guiarían para ser hombres de bien. Pero no es la cifra definitiva. Serían mas, abusados también por personal que trabajó en conventos e Iglesias. En Francia llegarían a mas de 300.000, sin contar casos de otros países, USA, Inglaterra, Alemania, Australia donde también hay denuncias e investigaciones. A veces los números son aplastantes, en otros momentos parecen simples. Pero son vidas humanas marcadas por el abuso y el atropello. Una cifra escandalosa. No son todos los sacerdotes pero…
Ese mismo día, en el Vaticano, se eximía de responsabilidad a dos sacerdotes acusados de pederastia. ¿Culpables o inocentes? Difícil precisarlo ahora con el manto de la desconfianza cubriendo a la Iglesia Católica. Y lo mas delicado aun ¿qué tan fácil es que en la actualidad padres de familia, encarguen la educación de sus hijos a un colegio de sacerdotes? ¿Usted lo haría? Porque el problema no puede quedarse en lo que ya pasó, o en las escandalosas cifras, ni siquiera en lo que pueda seguir pasando. Aquí el meollo del problema es analizar el por qué sucede, cuál es la razón para que la Iglesia Católica “albergue” a tal cantidad de hombres con una problemática tan marcada. ¿Qué sucede con el voto de castidad? ¿O por qué la Iglesia puede ser un refugio para encubrir conductas sexuales patológicas? La homosexualidad no es una enfermedad pero para muchos sectores sociales aun sigue siendo una “conducta reprochable” por lo que algunos de estos sacerdotes pederastas pudieron escoger la Iglesia como escenario para esconder su conducta sexual que consideraron ofensiva o para su familia o para su entorno social. Ser sacerdote era (¿es?) un orgullo y de esta manera se escondía la supuesta desviación. El problema, repito, no es de cifras o maquillaje. La iglesia enfrenta una problemática muy delicada donde debe revisar el por qué de su voto de castidad y el alcance de su secreto de confesión. Francia fue muy clara al anunciarle que ninguna creencia religiosa estaría por encima de la Ley, ni siquiera el secreto de confesión… En cuanto al voto de castidad ¿cuál es el sentido? El panorama no esta planteando acaso preguntar ¿es contra natura?
Sorprende sí, que dos instituciones extremadamente idealizadas, la familia y la religión, hoy por hoy, son los lugares mas peligrosos para mujeres y niños. Los datos muestran cómo la familia y la Iglesia, impregnadas de poder patriarcal, son totalmente amenazantes para un niño, una niña o una mujer. No son conjeturas ni percepciones. Destapar esta verdad debe ser prioritario en la construcción de una sociedad mas equitativa y armónica. Es obvio entonces que la calle solo termina siendo la prolongación de esta violencia soterrada, consentida en “lugares de amor y cuidado”, donde el abuso, la humillación y indignidad hacen de las suyas. Y es muy perversa la actitud porque se mezclan el afecto con la violencia. ¿Los que mas nos quieren y cuidan son los que mas nos lastiman? ¿Esa es la filosofía del mundo actual?
Gloria H. @GloriaHrevolturas
Contacto: 668 31 76 – 315 368 51 72