Un activista cristiano Dave Daubenmire va a demandar a la Super Bowl por “un ejemplo de discriminación cristiana, mas propio de un club de striptease que de un partido de futbol que puso su alma en peligro de fuego infernal” a raíz de la presentación de las dos artistas latinoamericanas en el desarrollo del evento. Además dice “¿hubo alguna advertencia de que su hijo de 12 años cuyas hormonas recién comienzan a funcionar podría tener una excitación sexual?”. El exentrenador de futbol busca abogado para concretar su demanda por mas de 800.000 dólares. ¿Le parece ridículo la actitud del personaje?
Pero no hay que sorprenderse mucho. En todas partes “se cuecen habas”. El fanatismo religioso al igual que el político (o cualquier otro facho) son “la misma chanda con distinta cuerda”. En Colombia sucedió algo semejante a raíz de un twiter de Margarita Rosa De Francisco. ¡Quien dijo miedo! Ella escribe “yo no se por qué tanto facho es fanático de Jesucristo, el mas mamerto de todos. El mamerto de los cielos”. Y entonces fue Troya. Los fanáticos religiosos mas recalcitrantes, al estilo del Ku Kuz Klan, lo interpretaron a su estilo, no captaron la profundidad de la expresión y despotricaron contra Margarita y todo aquello que sintonizó con sus palabras. Incendiaron verbalmente todas las coincidencias. Por cierto, tan válidas y contundentes.
Jesucristo fue un revolucionario, generó protestas, logró adhesiones, cuestionó un sistema, causó una revolución. Hoy, de acuerdo a la definición despectiva de los fachistas sería un mamerto. Claro, pero como no pueden explicar la ambigüedad, dizque ser cristianos y cuestionar mamertos que representen un cambio y una crítica, las palabras de Margarita fueron demoledoras. “Pillarlos” en la incoherencia. Al igual que Margarita siempre me pregunto por esos personajes de twiter o redes, que manejan un lenguaje de alcantarilla, con actitudes totalmente despectivas, pero (imagino yo), muy cumplidos asistiendo a misa de domingo y comulgando como “santas palomas” . ¿Cómo entender la ambivalencia? Para muchos todo lo que huele a cambio es “izquierda siniestra” como expresa una (¿otra?) de las fanáticas senadoras del CD. Es claro que Jesucristo fue un total izquierdista. Los fanáticos por definición, tienen terror a las aperturas mentales y a los cambios de creencias.
Pero la apertura mental es necesaria en el mundo si no queremos quedarnos como trogloditas pegados a nostalgias, abolengos y pasado, que ya pasó. La historia se conoce, se respeta pero no se añora porque el mundo va para adelante no para atrás. Aferrarse a una idea o creencia como tabla de salvación es una manera de ir en contravía del mundo actual donde la cosmovisión cuántica privilegia la incertidumbre como factor de salud mental. No hay certezas, todo está por crearse. Nada permanece y constantemente estamos expuestos al movimiento. Eso no significa que no se tenga criterio pero se debe aceptar que adherirse a una creencia muestra mas miedo que sabiduría. Y la religión y la política son dos cuarteles donde se cocina el fanatismo, el enjuiciamiento, la exclusión y la intolerancia. Casi siempre en ambos espacios habitan las mismas personas. Afuera está el viento oxigenado por la libertad y el respeto por las ideas diferentes. Usted decide.
Gloria H. @GloriaHRevolturas