Es el verbo que te abre las puertas a la isla de la fantasía. O al infierno. Con esta palabra, todo, todo es posible. ¡Imagina su poder! Miguel Ruiz, escritor mexicano, lo considera uno de los cuatro “pecados” mas nefastos para la salud mental. Sin embargo, es tan tentador, atractivo y seductor que se debe tener muchísima voluntad para combatirlo. Hay que hacer un verdadero esfuerzo para no sucumbir a su llamado. Me imagino (supongo) que eso le sucedió a Ulises en su travesía ante la tentación del canto de las sirenas. Tuvo que enfrentar una verdadera batalla para no caer en sus redes…
Hoy estamos viviendo en el mundo de los supuestos. Las suposiciones invaden la vida de los seres humanos. La cuántica destruyó la certeza y la incertidumbre se apoderó de todos. Entonces… a suponer. Pero a suponer apostándole a la tragedia porque (adoctrinamiento básico) vivimos en un valle de lágrimas y es el sufrimiento el que nos abre el cielo. ¿Reconoce “ese” adoctrinamiento infantil? Ante la incertidumbre hay que crear opciones, pero siempre bajo el signo trágico. Los supuestos son la única arma con que pareciera podemos vivir en el mundo actual. Por ello, estamos tan enfermos. Vivimos suponiendo que…” Las creencias se vuelven pensamientos. Los pensamientos se vuelven palabras. Las palabras se vuelven acciones, las acciones se vuelven hábitos, los hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino”. Como quien dice que construyes desde los supuestos, desde lo que imaginas, desde tus creencias.
Uno de los problemas mas delicados que enfrenta el mundo de hoy está en la salud mental. Y lógico que el mundo emocional esté enredado porque los supuestos invaden la mente casi siempre, en forma de tragedia. No olvide que el miedo doblega y somete. ¿Cuántos colombianos están suponiendo que nos volveremos como Venezuela? ¿Cuántos de nosotros suponemos que se viene un cataclismo? ¿Cuántos opositores están apostándole al mal gobierno de Petro? ¿Imagine (suponga) lo que le pasara a Ma. Fda Cabal si este país cambia y se vuelve mas incluyente y equitativo? ¿Y si el Centro Democrático se queda sin banderas? Suponer es irse al futuro, desde la plataforma de las creencias de cada quien y construir una posibilidad (buena o mala) que no se ha dado. Pero a la mente no le interesa saber si es real o no: lo registra, la cree cierta. De esa manera se vive en una tragedia sin que haya sucedido. No es un galimatías: es salud emocional. Suponer sobre el futuro, imaginar la desgracia, “vivirla”, adelantarse a los acontecimientos y amargarse sin que nada de ello haya pasado en el mundo real. En Psicología se denomina “masoquismo”, gozar sufriendo. Hoy, en el aquí y el ahora, nada de eso ha sucedido. Ah, en tu mente si lo crees y por lo tanto lo das por cierto. Y lo sufres y padeces.
El cuerpo se resiente, la energía se contamina y el estado de ánimo se convierte en “olor fétido” no sólo para ti sino también para los que te rodean. Hoy, nada de la tragedia anunciada ha sucedido. ¿Supones que va a suceder? Tienes todo el derecho y la libertad de vivir en la desgracia imaginada, en la antesala del infierno sin haber llegado, hoy, a ese mundo. La salud mental no solo depende de decretos del gobierno. Pasa por todo aquello que decidas suponer…
Gloria H. @GloriaHRevolturas
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