Este es un verbo peligroso. O un verbo “caucho”: lo adapto como mejor convenga. Odio que adoctrinen a los demás, en especial a las nuevas generaciones, pero yo lo hago, “convencido” de “mis” verdades. ¿Cuál sería entonces la diferencia entre enseñar y adoctrinar? Pareciera que la diferencia está en la intención. Adoctrinar es “enseñar los principios de una determinada creencia o doctrina, especialmente con la intención de ganar partidarios”. O sea que si estás convencido y crees en tus verdades y las transmites con vehemencia, estas “adoctrinando”. Si no crees y eres “plano” estas enseñando. El Gobierno Petro empieza con una invitación a que VOLUNTARIAMENTE los rectores que lo deseen vinculen sus instituciones a la lectura y conocimiento del texto redactado por la Comisión de la Verdad, como una forma de iniciar el proceso de conocimiento de nuestra realidad. Colombia suprimió en el pénsum la cátedra de historia patria para reemplazarla por Ciencias Sociales pero es fundamental recuperar esta asignatura como parte de la formación de una conciencia social, de un proceso de reparación y como elemento fundamental en la construcción de la paz. No es con el silencio o el desconocimiento como se logra un mejor futuro. La verdad debe estar sobre la mesa, así existan “muchas” verdades ¡hay que conocerlas!

Hoy podría escribir con espejo retrovisor analizando “Duque en la isla de la fantasía” pero existe la opción de mirar para adelante, respirar un nuevo aire de oxigenación e inclusión, lo que en definitiva es más sano. La determinación de Mineducación Gaviria es esperanzadora porque abre puertas, abre caminos. Las nuevas generaciones tienen que aprender de lo que hemos vivido y padecido. No podemos esconder el tamaño de nuestra violencia y las heridas que ha dejado. Si existen varias concepciones sobre esa realidad, maravilloso. Es hora de construir miradas de inclusión y renovación, donde la educación de niños, niñas y adolescentes no sea igual a la de hace 20 años. ¿Ha pensado acaso para que sirve el bachillerato? ¿Se ha preguntado cuál es la utilidad de lo que aprende en grado 9 un joven de 15 años? Muchos van al “club social colegio” pero lo que estudian ¿tiene alguna “aplicación práctica”? ¿La deserción escolar es sólo por motivos económicos o también “la inutilidad” puede ser un factor “motivante” para el abandono?

La doble moral está en que se aceptan adoctrinamientos como el de la Iglesia Católica, donde creencias como muerte, culpa, diablo, infierno, Dios, pecado, son consensuados, independiente de su validez y actualidad científica, pero se espera que no aprendan de historia, concepciones políticas, equidad de género, métodos anticonceptivos, racismo, ¿Y qué tal el tema de la sexualidad cuando los padres aun creen que el cuerpo de un hijo o una hija de 14 o 16 años les pertenece? Se le achaca la culpa a Fecode como si los profesores oficiales “construyeran” la realidad. Pero sucede que mientras el maestro explica teoría, el estudiante confirma en vivo y en directo, los hechos planteados por el profe. Colombia debe hacer conciencia sobre las desigualdades que la carcomen. Este nuevo gobierno no es un Mesías y fallará. Pero es absurdo negar la posibilidad de hacerlo diferente. Tantos años equivocándonos, no dejan otra opción…

Gloria H. @GloriaHRevolturas

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Imagen de Karolina Grabowska en Pixabay 

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