Lo oí y no lo podía creer. Fenalco hablando de la opción de correr el día de la madre, de Mayo a Septiembre, para que el comercio se reactive y puedan dar regalos a las mamás. Repito, no lo podía creer… o sea ¿que no hemos aprendido nada, o sea que la idea es volver a lo de antes? A atiborrar a las mujeres de ¿carteras? ¿vestidos? ¿zapatos? ¿perfumes? ¿celulares? ¿lavadoras? ¿chocolates? Porque aquí no ha pasado nada. Solo cortemos este período de cuarentena, saquémoslo de nuestras vidas y unamos Junio o Julio (el día que se levante el confinamiento) con Marzo. ¡Y para adelante!
Repito, no lo puedo creer. ¿No hemos entendido las desigualdades, las diferencias, las injusticias del capitalismo y del consumismo? ¿No ha cambiado un ápice nuestra visión de la vida? ¿Vamos a continuar haciendo lo mismo? ¿Lo importante es vender así sean futilidades? Por partes. La madre sigue siendo la madre y es importante pero puede ser una oportunidad magnífica de un regalo “diferente” donde el afecto no se demuestre con dinero. Sí, el comercio tiene que producir, existen empresas, empleados y ganancias. Pero es hora de replantearlo de otra manera. Por favor…
Yo si quisiera celebrar el día de la madre con una concepción maternal de la vida, de la naturaleza, de los seres humanos, de la tierra. Ser maternales significa cuidarnos a todos. Cómo me gustaría que a nombre de la madre, sus familias “adoptaran” una madre necesitada (y todo su combo) para brindarles un “obsequio” valiosísimo. Entonces a nombre de esta, mi mamá, te pago a ti el recibo del agua y la luz. A nombre de esta mi abuela, te compro la licuadora que te facilita la vida. O necesitas unas toallas y entonces las entrego a la familia de mi empleada que las requiere con urgencia. Qué tal pagar mercados, conexiones de internet, citas médicas, medicamentos, no se, existen tantas necesidades. Una sociedad maternal que se cuida a si misma, que entiende que cómo vivíamos no podemos seguir viviendo. Las diferencias e injusticias son demasiado violentas para no despertar. Nos encontramos con una sociedad, que hemos construido entre todos que debe cambiar. No es culpa del gobierno actual ni del anterior. Todos hemos participado del juego con intención o sin ella. Pero es hora de movernos.
A veces se percibe una clase dirigente congelada mirando para atrás, continuando con lo mismo. ¡Qué tal la actitud de la Banca! Como si aquí no hubiera pasado nada. Y no es la epidemia el problema mayor, no. Fue lo que destapó, a lo que le quito el velo y nos tiene que tocar. ¿Día de la madre con zapatos? Cuándo me los pongo… como muy bien dice el meme “mi ropa va a pensar que me morí”. Es hora de asumir una mirada maternal, para intentar disminuir las desigualdades. Copar las necesidades básicas de comunidades que viven al día y que necesitan una mano maternal. Que bueno hubiera sido que Fenalco hubiera planteado un día de madre diferente, donde la solidaridad, la gratitud y la colaboración hubieran marcado la parada. No detrás del consumismo de Septiembre sino desde las necesidades inmediatas de tantas familias necesitadas. Quiero un día de madre especial, un día donde por primera vez la madre no sea solo la que nos parió sino también una sociedad maternal que valora y cuida a todos sus hijos e hijas. ¿Será posible?
Gloria H. @GloriaHRevolturas